¿Qué relación tiene la memoria implícita con nuestra capacidad de aprendizaje?

Extraída de www.mindful.org
Extraída de www.mindful.org

El aprendizaje es un proceso complejo y multidominio en el que están implicados multitud de estructuras cerebrales y que nos permite la adquisición de conocimientos muy variados y diferentes. Entre ellos, cobran especial relevancia los procesos de memoria, atención y función ejecutiva, que procesan, organizan,  recuperan y utilizan la información en el momento preciso en el que se necesita para solucionar problemas y encontrar nuevas estrategias de resolución. Si estos sistemas de organización, nos veríamos sobrepasados por el exceso de información y seríamos incapaces de programar y organizar nuestra conducta, ni de hacer la mayoría de funciones superiores que realizamos día a día. Hablamos de nuestra capacidad de aprendizaje.

Y es por ello por lo que gran parte de las investigaciones se han centrado en el aprendizaje “consciente o explicito”, es decir, un aprendizaje deliberado, del que la persona es consciente y su aprendizaje es explícito y se hace referencia tanto al contenido de la información como el momento de adquisición de ese aprendizaje. En este aprendizaje, la codificación y la recuperación (proceso elaborativo y activo de la información para dar una respuesta correcta de la información), en una continua interacción entre procesos de atención, memoria y función ejecutiva. Por ejemplo, el aprendizaje de una lista de palabras, un tema de una oposición o una lista de teléfonos.

El aprendizaje implícito, o memoria implícita, como tal, hace referencia al aprendizaje mediante la experiencia, del que no somos conscientes de cómo o dónde lo aprendimos y que nos cuesta mucho poner palabras una vez se ha adquirido. Aquí entraría montar en bici, la gramática del lenguaje  o el priming (un efecto facilitador del recuerdo, donde las personas somos capaces de mejorar nuestra capacidad de aprendizaje con conocimientos previamente presentados y de los que no somos plenamente conscientes). El aprendizaje implícito, por tanto, es una capacidad de especial de nuestra cognición, multidominio, de organización central y que permite la adquisición y comprensión igualmente del aprendizaje.

De esta forma, el aprendizaje implícito, que explica los procedimientos, el cómo se hacen las cosas, se ha estudiado mucho menos, y del que también se hace necesario extraer características básicas. Por ejemplo, sabemos que las personas difieren mucho en su aprendizaje explicito, pero se ha dado por supuesto que en el aprendizaje implícito, todos tenemos un nivel más o menos similar… y no es cierto. Se hace complicado cuantificar las diferencias individuales precisamente por ese carácter implícito o automático de este tipo de aprendizaje, siendo más difícil emular condiciones experimentales que reproduzcan el comportamiento implícito y no consciente, y de la que sin embargo se apoyan la mayoría de funciones superiores.

En estos vacíos, surgen todo un cuerpo de investigaciones para comprobar si, efectivamente, hay una capacidad similar para este tipo de aprendizaje, o por si por el contrario, hay diferencias entre los individuos. Cobraría especial importancia para seguir ayudando al potencial de aprendizaje de los niños, y también, de adultos y mayores que presentan dificultades en diferentes capacidades cognitivas.

Por todo ello, se contó con un grupo de 64 participantes en el que proponían cuatros tareas que requerían el uso del aprendizaje implícito. La primera de ellas basada en gramática artificial (se les dio a estudiar una serie de cadenas de letras que se adherían unas con otras mediante unas reglas gramaticales no reveladas, y los participantes tuvieron que decir qué cadenas de un conjunto de palabras eran gramaticales y cuáles no), una segunda tarea consistente en mostrar una serie de imágenes y si están dispararían un tipo de resultado u otro (se les dio feedback de acuerdo a sus diferentes respuestas), una tercera  tarea en la que  tenían que predecir la posición de un punto en una pantalla,  de acuerdo a experiencias de aprendizaje previas. Por último tuvieron que aprender categorías de visuales implícitamente, con la ayuda de feedback, tenían que clasificar estímulos visuales  abstractos.

Una semana después los participantes tuvieron que completar distintas versiones de estas pruebas, más unas pruebas de memoria de trabajo, memoria explícita y tareas de inteligencia general.

En los resultados, se observó una correlación moderada entre los resultados de las pruebas implícitas entre la primera semana y la segunda semana, lo que confirmaría una estabilidad de los participantes en esta capacidad de aprendizaje implícito. De esta manera, habría diferencias individuales en esta capacidad implícita, y no se asumiría misma capacidad para todos en esta capacidad. Se observó también que las medidas de aprendizaje implícito y las de inteligencia eran independientes, es decir, que no siempre una buena capacidad explícita estaba relacionada con mismas medidas en las pruebas implícitas, y por lo tanto, están implicados procesos neuronales distintos, donde el aprendizaje explícito estaría más vinculado a las pruebas de inteligencia general tradicionales.

Estos hallazgos permitirían confirmar, por un lado, que la inteligencia no dependería de un solo factor general, medido por una serie de pruebas explícitas. De otro, que una persona puede obtener muy buenos resultados en el CI pero muy bajos en aprendizaje implícito, y viceversa, y que no predeciría necesariamente el rendimiento en la mayoría de actividades de la vida cotidiana. Por último, surgirían toda una serie de interrogantes en el estudio del aprendizaje implícito, ¿se podría mejorar el aprendizaje de este tipo de conocimiento implícito? ¿de qué manera el aprendizaje implícito obstaculizaría la adquisición de aprendizajes superiores?.  Estaremos atentos a estudios actuales en este campo.

Recuerdos Implantados: Falsos Recuerdos

Imagen extraída de https://es.paperblog.com
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La memoria, una de nuestras funciones cognitivas superiores principales, ha sido ampliamente estudiada a lo largo de la historia de la psicología y neurología/neuropsicología (es por eso por lo que existen multitud de teorías explicativas al respecto).

En cuanto a las funciones que cumple podríamos resumir que la memoria es el proceso que reorganiza parte de la información que recibimos a diario. En dicho proceso se han propuesto varias fases:

  • La adquisición correspondería a las nuevas conexiones neuronales que se forman.
  • La consolidación sería la fuerza que toman esas conexiones y su estabilidad (tras un repaso o trabajo intencionado con el material a consolidar).
  • Se entiende por evocación la recuperación de la información del “almacén” mnésico.

Es frecuente que nuestra memoria experimente fallos en nuestro día a día, un ejemplo de ello serían los olvidos cotidianos. En otras ocasiones, sobre todo al final de la vida, también tienen lugar graves patologías en las que el principal deterioro ocurre en la función mnésica; las más frecuentes las demencias tipo Alzheimer o Parkinson.

Sin embargo, en este post queremos hacer hincapié en el fenómeno de los falsos recuerdos o memorias falsas. Un recuerdo falso es “la existencia” de un recuerdo de un evento que no ocurrió o una distorsión de la información que tenemos almacenada de un evento que ocurrió (según se puede saber por hechos corroborables externamente).

La existencia de este fenómeno fue estudiada mediante la Tarea de Roediger y McDermott: se presentaba una lista con un montón de palabras relacionadas con otra que no aparecía en dicha lista, o palabra crítica. La mayoría de las personas “recuerdan” dicha palabra crítica ya que nuestra memoria posee ciertas relaciones asociativas entre conceptos, y al aparecer todos los demás conceptos de la lista relacionados, en aquel caso con la palabra “ventana”, los sujetos tendían a activar otros conceptos cada vez menos asociados con dicha palabra hasta el punto de que se llega a recordar una palabra que no aparecía en la lista.

El fenómeno del falso recuerdo por tanto es explicado porque nuestra memoria intenta darle un sentido, en este caso a un material del todo inconexo como puede ser una lista de palabras aleatorias, y relaciona unos ítems con otros ya sea a la hora de almacenarlos o bien en el momento de la recuperación de dicho recuerdo.

En unas conferencias impartidas en el Comité de Investigación Científica de Nashville la reputada psicóloga forense Elizabeth Loftus al comenzar su charla sobre cómo se pueden implantar los recuerdos falsos expuso lo siguiente: “Me interesan las creencias que tenemos sobre nosotros mismos, que pueden ser verdaderas o falsas. En algún momento, estas creencias comienzan a parecer y convertirse en recuerdos. Si las creencias son falsas, entonces los recuerdos son falsos».

Esto demuestra que nuestros recuerdos de los hechos no son tal como éstos se dan objetivamente; además, construimos la realidad tal y como la interpretamos, no tal y como ha sido en la vida real. La memoria es constructiva, le conferimos un sentido. Cuando tenemos que dar testimonio sobre algo que hemos visto que ha sucedido podemos dar detalles que encajan con el esquema que tenemos de dicho acontecimiento pero que en verdad no aparecían en la realidad.

RECUERDOS IMPLANTADOS

El síndrome del falso recuerdo (FMS, False memory syndrome) es un concepto creado por la doctora Elizabeth Loftus que describe una condición en la que la identidad y relaciones de una persona son afectadas por recuerdos que son factualmente incorrectos pero que la persona cree fuertemente.

Dicho síndrome no ha sido validado por la comunidad científica internacional como un trastorno (no aparece ni en CIE-10 ni en DSM-5, principales manuales psicodiagnósticos, por ejemplo); sin embargo, refleja las fallas que puede sufrir el proceso tan complejo de la memoria.

La controversia sobre el Síndrome de Falso Recuerdo o Falsa Memoria apareció mayoritariamente en relación al tema del abuso sexual infantil. Fue utilizado principalmente en los juzgados en casos en los cuales las supuestas víctimas experimentarían disociación, lo cual causaría represión del recuerdo traumático hasta otra etapa de la vida, cuando el recuerdo vuelve a la superficie bien sea naturalmente o con la ayuda de un profesional. Muchos defensores del FMS critican ambos métodos de recobro de recuerdos, argumentando que los terapeutas y los psiquiatras accidentalmente implantaron dichos recuerdos falsos con técnicas como la hipnosis, el rebirthing y la “terapia de recuperación de la memoria” entre otras.

Loftus sostiene que es posible inducir y crear falsos recuerdos por diversos procedimientos ya que las personas forman sus recuerdos con la información que retienen de su pasado, sus conocimientos generales y demandas sociales, mediante técnicas como las anteriormente mencionadas. Según esta autora, estas técnicas pueden llevar a hacer creer a un individuo que fantasías y hechos que nunca ocurrieron son reales. Sugiere que algunos recuerdos falsos se forman a través del “ensayo” o repeticiones de un evento: después de pensar repetidamente y visualizar un evento una persona puede comenzar a “recordar” éste como si hubiera pasado en la realidad. Después de una entrevista tal persona podría asegurar haber recordado el evento cuando en realidad eran solo “visualizaciones previas” que le parecían familiares. El ensayo es el mecanismo más fuerte para hacer de la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo. El ensayo de información incorrecta lleva a la formación de memoria de largo plazo incorrecta. Esto se aplica a ambos tipos de recuerdos: el real y el implantado.

Por otra parte,  ¿se manipularon realmente los recuerdos o las personas simplemente intentaron que sus respuestas fueran consistentes con las preguntas de los entrevistadores? Si la autoridad hizo preguntas sesgadas también es probable que la persona ignorara parte de lo que realmente recordaba y adoptara la imagen «correcta» del interrogador.

LAS RUEDAS DE RECONOCIMIENTO: CUANDO LA MENTE HUMANA HA JUGADO MALAS PASADAS

Más allá de la “inoculación de recuerdos” que puede en ocasiones ha podido conseguirse mediante las técnicas ya comentadas también se ha comprobado que existen otra multitud de factores que hacen que evoquemos correctamente o no recuerdos de sucesos verídicos (que en algún momento vivenciamos y registramos en nuestra memoria). Y es que describir con precisión una escena no implica necesariamente reconocer con precisión posteriormente dicha misma escena o los agentes que aparecían en ella.

Los factores que influyen en la información que poseemos para dar un testimonio son: las características del momento en que codificamos la información de la situación, la retención según el tiempo pasado desde el acontecimiento y el tipo de preguntas que se llevan a cabo en la declaración.

– En la codificación influyen aspectos como la iluminación, distancia del sujeto al lugar de los hechos, tiempo de exposición, estrés y estar bajo el efecto de drogas o alcohol.
– En cuanto a la retención: a mayor demora entre el suceso y la situación de reconocimiento menor será éste y mayor facilidad para aportar información errónea. Es decir, más probable que datos no existentes o erróneos se hayan integrado en nuestra memoria, aunque no fue lo que percibimos originalmente. Frente a eso si el recuerdo se recupera poco después de la información nueva recibida hay más probabilidades de darnos cuenta de que ésta no es cierta.

– Respecto al tipo de preguntas: según las preguntas que nos realicen las autoridades nuestro testimonio variará. Existen preguntas abiertas que recuperan información exacta pero poco detallada, y preguntas cerradas, las cuales son muy peligrosas ya que pueden inducir información errónea que se incorpora al recuerdo, por lo tanto, sesgarán la declaración.

CÓMO EVITAR LA RECOPILACIÓN DE DATOS FALSOS EN LOS PROCESOS JUDICIALES

La entrevista policial típica normalmente estaba plagada de interrupciones constantes, abuso del formato pregunta-respuesta, exceso de preguntas directas y secuencia de preguntas inadecuadas que pueden romper el hilo del testimonio de la persona porque se van saltando de unos temas a otros (muchas veces sin ninguna relación entre ellos). Ésta se ha mostrado inadecuada a la hora de obtener información sobre los hechos, además de que los policías se quejan de que no obtienen suficiente información.

Frente a ello, y en pos de alcanzar la vericidad de los datos en procesos de declaración, en el año 1984 Ed Geiselman (Universidad de California en L.A.) y Ron Fisher (Florida International University) van a crear la entrevista cognitiva para incrementar la cantidad y la calidad de la información que los testigos y las víctimas proporcionan durante la entrevista policial. No se utiliza tanto con sospechosos, sino más bien con testigos, ya que para realizar una entrevista cognitiva la persona tiene que estar dispuesta a colaborar y maximizar el recuerdo, y no tanto que la persona admita haber realizado ciertos actos.

Las máximas de la entrevista cognitiva son que el testigo lo relate absolutamente todo, intentando reinstaurar el contexto donde ocurrieron los hechos, desde diferentes perspectivas e intentando recordar en órdenes distintos la historia (para poder conseguir el máximo de detalles posibles). A ello se le suman que el entrevistador disponga de una serie de habilidades sociales y comunicativas determinadas como que sea capaz de establecer un buen rapport o clima de confianza, estrategias para facilitar el recuerdo sin inducción de falsos detalles y evitar las preguntas cerradas.

A modo de conclusión, en una rueda de reconocimiento o entrevistas a testigos se habrán de aplicar los mismos controles que al hacer un experimento:

  • Instrucciones no sesgadas.
  • Estímulos contextuales adecuados.
  • Procurar no filtrar la hipótesis que tiene el investigador.
  • Evitar sesgo confirmatorio (confirmar lo que de antemano el investigador cree que sucedió).

BIBLIOGRAFÍA

Carlson, N. R., & Clark, D. P. (2014). Fisiología de la conducta. Pearson Educación.

Psychology Today

Escrito por Maite Nieto Parejo

¿Qué es eso del sesgo de confirmación y cómo afecta a todas las decisiones de tu vida?

A todos nos gusta pensar de nosotros mismos que somos objetivos y que valoramos la realidad tal y como es. Sin embargo, como seres humanos que somos, esta premisa es falsa. Tenemos muchas tendencias que no conocemos tan bien de nosotros mismos, en muchas ocasiones nuestro pensamiento no es tan objetivo como nos gusta creer. Si hay algo que nos distingue de una máquina en la toma de decisiones, esto es la parte emocional que nos mueve. En cualquier caso, conocer lo que puede modificar nuestras percepciones del mundo siempre es de agradecer, aunque hay que admitir que normalmente no vaya a lograr que estas percepciones cambien.

Por esto es interesante que se conozca el tradicional sesgo de confirmación, estudiado y comprobado en múltiples ocasiones desde la psicología social. Para hacernos una idea muy general, si después de un partido entre el Madrid y el Atlético, preguntamos a los aficionados del Madrid, recordarán más y mejor las faltas del Atlético, mientras que éstos recordarán más las del Madrid.

Extraído de theodysseyonline.com
Extraído de theodysseyonline.com

Visto así, parece que es un sesgo que nos puede afectar sólo a cosas banales y sin mucha trascendencia en nuestras vidas, pero nada más lejos de la realidad. Un ejemplo en el que podemos ver que afecta más seriamente es el siguiente. Te invitan a una fiesta donde no conoces a nadie y en un primer momento dudas de si podrás sentirte cómodo o qué pensará la gente de ti. ¿Podría ser que todos te criticaran por el hecho de que vayas sólo a la fiesta? Cuando llegas a ella, entras en una sala llena de gente y efectivamente, allí, al fondo de la sala hay una pareja que te miran y cuchichean ¡Lo que pensabas era verdad! Posiblemente sí, lo sea. Algunos de los que están en esa fiesta pueden llegar a criticarte, pero desde luego, eso no es que todo el mundo te critique, estás centrando tu atención en la idea preconcebida que te habías hecho de la situación.

Es de nuevo el sesgo de confirmación. ¿Cómo funciona? Al menos hay tres componentes que se ven afectados por este sesgo.

Cómo buscas información

Si tu idea de tu fin de semana es que ha sido muy aburrido, y que todos lo pasan mejor que tú, será muy sencillo busques información de este tipo, mirando en facebook lo que otros han hecho, pasándolo genial. Te será fácil olvidar que muchas otras personas no publican sus fines de semana, igual de aburridos al tuyo, en facebook.

Cómo interpretas la información delante tuya

Si ocurre algo que no crees que sea posible, aunque ocurra delante tuyo, en muchas ocasiones por el sesgo de confirmación no eres capaz de procesarlo. Si estás convencido plenamente de la honestidad de una persona, aunque te cuente algo tremendamente insólito, te será difícil pensar que es mentira y serás más fácil de convencer.

Cómo recuerdas la información

Si consideras que la navidad es una época divertida, es más probable que recuerdes los momentos en los que lo pasaste bien que aquellos en los que lo pasabas mal, aunque posiblemente hayan existido situaciones buenas y malas en estas fechas.

Este sesgo afecta a tan diversas formas de procesar la información, que es de esperar que tenga mucha influencia en las decisiones que tomas, así que, ya que sabes que vas a tener esta tendencia, la próxima vez que te pongas a repasar quién ha cometido más faltas, piensa que creerás que los tuyos siempre han cometido menos. Y desde luego, trata de centrarte en esas personas de la fiesta a las que les has gustado y trata de ignorar a aquellas que parece que te critican, porque siempre será más fácil que encuentres información que apoye tus argumentos, sean éstos favorables y desfavorables hacia ti.

Fuente Psychology Today

Escrito por Lara Pacheco Cuevas

La escritura expresiva aumenta el bienestar

En la práctica de la psicología se pueden utilizar técnicas muy diversas para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas que acuden a terapia. Una de estas opciones para la mejora emocional es la escritura expresiva. Algunas personas acostumbradas a escribir un diario la desarrollan por sí mismos, lo que les produce beneficios similares. Pero ¿cómo funciona la escritura expresiva?

Aunque los resultados de los estudios sobre escritura expresiva no terminan de ser concluyentes, en muchas ocasiones sí se encuentra una mejora significativa en el bienestar al realizar esta tarea de una forma concreta. De entre los diferentes estudios realizados, resulta llamativo que las mayores mejoras aparezcan en la salud física, más que en el campo emocional. Esto se puede traducir en menos visitas al médico, mejora del sistema inmune, de la función respiratoria o mejora de la presión sanguínea.

Extraído de www.4ccomunicacion.com
Extraído de www.4ccomunicacion.com

En primer lugar se planteó que esta técnica constituye una forma de expresión válida sobre temas que pudieran ser difíciles de tratar cara a cara con el terapeuta. Aunque se ha encontrado validez en diversos tipos de problemas psicológicos, en general se ha estudiado más frecuentemente en casos de estrés muy intenso o post traumático, especialmente cuando se muestran niveles bastante altos de somatización. Esto, en sí mismo, es importante. De hecho, cuando una persona tiene dificultades para expresarse respecto a algún evento emocional, el dar un nombre a la emoción sentida permite que se reduzca considerablemente la intensidad percibida de dicha emoción.

Podría parecer que lo importante en esta técnica es sólo la expresión de la emoción, lo que ya de por sí está jugando un papel; sin embargo, cuando se compara el beneficio obtenido durante la escritura expresiva con una escritura centrada específicamente en el componente emocional o únicamente en el componente situacional no se obtienen unos resultados tan prometedores como cuando combinamos ambos factores. La actividad de la que hablamos aquí debe incluir tanto contenido sobre la situación como sobre la emoción sentida. De esta forma, la escritura ayuda a dar un sentido a esos momentos de estrés, permite un procesamiento cognitivo más adecuado de éstos y por tanto un manejo más apropiado de estos recuerdos.

Cuando se analizó la evolución en el uso de esta técnica, se pudo encontrar que a medida que los pacientes mejoraban en su estado de salud y aumentaban las sesiones de escritura expresiva, se producía un aumento de palabras relacionadas con emociones positivas, un uso más moderado de palabras relacionadas con emociones negativas y, a un nivel más cognitivo que emocional, vieron que cada vez se usaban más palabras relacionadas con la comprensión de algunos eventos (como por ejemplo: “me di cuenta o comprendí”, así como palabras explicativas como “porque o la razón de que…”). Esto no sólo lleva a pensar que al desarrollar este ejercicio terapéutico se pueda lograr dar un sentido a los hechos vividos, sino que además, al contarse a uno mismo una historia en la que expliquemos lo que nos ha ocurrido le damos una narrativa coherente.

Esta técnica tiene también algunos contras, puesto que a pesar de los beneficios a lo largo del tiempo, también se ha observado que en los primeros momentos de la aplicación las personas que la llevan a cabo sufren un aumento del estado de ánimo negativo. Por tanto, es importante tener este detalle en cuenta a la hora de ponerla en práctica.

Aunque no se comprende del todo bien el mecanismo por el cual funciona escribir sobre eventos que han sido complicados, hay algunas herramientas que podemos desarrollar a través del aprendizaje cultural que aumentan nuestro bienestar, ya no sólo el psicológico, sino también el físico.

Ya nos recordaba Henry David Thoreau en su libro “Walden”, la importante diferencia entre expresar de forma hablada o escrita:

“Existe una diferencia memorable entre la lengua hablada y la lengua escrita, entre el idioma hablado y el idioma escrito. La primera es normalmente transitoria, un sonido, un habla, meramente un dialecto, casi salvaje, y lo aprendemos inconscientemente, como bestias, de nuestras madres. La segunda es la experiencia y la madurez de la primera […] una expresión reservada y selecta, demasiado cargada de sentido para ser escuchada por el oído.”

Fuentes: Clinical Psychology ReviewBJPsych Advances

Escrito por Lara Pacheco Cuevas

 

ResearchBlogging.orgBaikie, K. (2005). Emotional and physical health benefits of expressive writing Advances in Psychiatric Treatment, 11 (5), 338-346 DOI: 10.1192/apt.11.5.338

Esterling BA, L’Abate L, Murray EJ, & Pennebaker JW (1999). Empirical foundations for writing in prevention and psychotherapy: mental and physical health outcomes. Clinical psychology review, 19 (1), 79-96 PMID: 9987585

6 beneficios cognitivos del dormir bien que no te habían contado aún

Foto extraída de www.canalmascotas.com

Dormir es una actividad fundamental en nuestras vidas. Pero se nos olvida. Recientemente se publicaba un artículo en el que se nos mostraba como los españoles, al igual que en otros países, se duerme poco. Se suele decir que debemos dormir unas siete u ocho horas para descansar de manera adecuada y rendir de acuerdo a las necesidades del día, y si bien es una cifra que puede variar según las diferencias individuales (hay personas que con seis horas les basta), con el fuerte ritmo de nuestras vidas diarias muchos nos acostamos más tarde delegando en el café de la mañana lo que nos gustaría estar bajo nuestras sábanas. Lo cierto es, sin embargo, que dormir tiene una serie de beneficios muy importantes que no sólo repercute  en nuestro descanso, sino directamente en nuestra capacidad cognitiva. Detengámonos brevemente en ellos para darle al sueño la consideración que se merece:

a)      Podemos tomar decisiones. Una serie de investigaciones realizadas en el Current Biology muestran cómo podemos procesar información incluso cuando dormimos, y que incluso esta información puede utilizarse para tomar decisiones. En dicha investigación, mediante la utilización de electrodos para recoger la actividad cerebral de sujetos dormidos, se comprobó efectivamente que en el cerebro se activaban zonas similares al estado de vigilia en una tarea de elección y categorización de palabras que se realizaba cuando los sujetos estaban dormidos. Los participantes no recordaban  las palabras utilizadas cuando en el estado de sueño, pero la observación  de la actividad en el cerebro no daba lugar a dudas: el cerebro había podido realizar la tarea.

b)      Crea y consolida recuerdos. Está demostrado que una etapa de deprivación de horas de sueño tiene un efecto directo en la actividad del hipocampo, estructura íntimamente relacionada con la creación y consolidación de la memoria. De la misma manera, también es sabido que dormir adecuadamente tras una etapa intensa de aprendizaje ayuda a la consolidación de los recuerdos, de manera que dormir bien ayuda a que nuestro cerebro mantenga “frescas” las memorias adquiridas. Dejar el estudio de ese examen maldito o preparar una reunión la noche anterior a su defensa tal vez no sea la mejor forma para garantizarnos un buen rendimiento a la mañana siguiente.

c)      Nos ayuda a hacer conexiones inusuales. O lo que es lo mismo, mejora nuestra creatividad. En efecto, en una investigación reciente se comprobó la habilidad del sueño para mejorar conexiones nuevas y remotas de un material previamente conocido, dando una reinterpretación distinta a lo ya conocido y relacionando ideas aparentemente poco relacionadas. De ahí a  que muchas profesiones artísticas prefieran aprovechar las horas posteriores al sueño para aprovechar lo que Morfeo ha dejado bajo su almohada.

d)      Elimina lo que no nos sirve. Efectivamente, dormir limpia al cerebro de los desechos y toxinas que produce nuestro cerebro en estado de vigilia, pudiendo estar relacionado con la prevención de enfermedades como la del Alzheimer u otros trastornos neurológicos, al ser proteínas como la beta-amilode (proteína relacionada en la génesis y mantenimiento de los déficits cognitivos en la Enfermedad del Alzheimer) tendente a desecharse mientras uno duerme.

e)      Nos ayuda a planificar y recordar cómo hacer actividades físicas. Los husos del sueño, picos muy fuertes y muy intensos de actividad neuronal en determinados momentos del sueño REM, estarían detrás de la capacidad para almacenar, transferir y consolidar información de los sistemas a corto cerebro  del lóbulo frontal a los sistemas a largo plazo del lóbulo temporal, de manera que se facilitaría la adquisición y consolidación de aprendizajes motores. Aunque todavía queda por confirmaciones seguras de este hecho, todo parece indicar que dormir bien contribuiría a los buenos rendimientos de los deportistas en etapas de alta competición.

f)       Por último, dormir nos facilitaría estar despiertos durante el día. Algo que parece redundante, pero que según palabras del especialista en trastornos del sueño Eduardo Estivill, “el sueño genera la capacidad para estar despiertos. El estado ideal del hombre no es estar despiertos, sino estar despiertos y estar dormidos, porque  dormidos se genera funciones cerebrales y cardio-respiratorias necesarias en nuestra alerta del día siguiente”.

En definitiva, dormir es una necesidad con multitud de beneficios y funciones claras para nuestra salud. Conocerlas y hacer un buen uso de ellas (regular un buen patrón de sueño) nos ayuda a entender que la expresión “felices sueños” no se refiere sólo a la ausencia de pesadillas durante la noche.

Escrito por David Blanco Castañeda.

Fuente: www.psychcentral.com, www.huffingtonpost.com,  www.apa.org, www.muyinteresante.es.

El efecto de las experiencias de maltrato y bullying en el cerebro

La violencia tiene un gran impacto en el desarrollo y genera heridas cuya curación se hace compleja; sufrimientos presentes que son eco de aquellos episodios de gran intensidad en la infancia. Vivencias tales como ser acosado e instigado física y/o verbalmente por los iguales tiene a menudo consecuencias para la salud mental del niño y futuro adulto. Pero ¿qué ocurre a nivel biológico en estas personas? Diferentes investigaciones tratan de conocer cuáles son las consecuencias de la exposición a la violencia en la infancia para la salud física y psicológica. Entre los efectos relacionados con la experiencia de haber sufrido bullying (intimidación, acoso y maltrato entre iguales) o maltrato (generalmente en el entorno familiar) están las modificaciones en estructuras cerebrales. Pues las experiencias y vivencias moldean nuestra biología, y esto no es más que la otra cara de la misma moneda de aquello que dijo Ramón y Cajal: Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro.

spiritofadventuring.wordpress.com

Un equipo de la Universidad de Ottawa, dirigido por la psicóloga Tracy Vaillancourt, ha llevado a cabo una serie de estudios que han revelado niveles de cortisol, la hormona del estrés, significativamente diferentes entre aquellos niños y niñas que han sufrido bullying en comparación con los que no han tenido episodios de intimidación y acoso. También observaron que los adolescentes que han sufrido acoso obtuvieron puntuaciones menores en las pruebas de memoria verbal que sus compañeros, lo que sugiere que los niveles de cortisol anormales podrían estar afectando a las neuronas del hipocampo, lo que conllevaría problemas de memoria. Como parte de un estudio en curso a largo plazo, la doctora Vaillancourt ha seguido la evolución de cerca de algunos adolescentes intimidados evaluando su funcionamiento cognitivo y escaneando sus cerebros cada 6 meses, con el objetivo de evidenciar los citados daños en el hipocampo.

En un estudio previo, el neurocientífico Martin Teicher escaneó los cerebros de 63 adultos jóvenes, como parte de un estudio sobre la victimización verbal. Teicher encontró que en aquellos habían sido víctimas de intimidación verbal, había ciertas anomalías en el cuerpo calloso. Esta región del cerebro consiste en un haz de fibras que conectan los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro y es conocido por ser importante en el procesamiento visual y la memoria. Se encontró que las fibras del cuerpo calloso de los sujetos acosados poseían un menor revestimiento de mielina, la cual mejora la comunicación entre las células cerebrales. Los autores sugieren que estas anomalías cerebrales pueden hacer que sea difícil para las víctimas procesar lo que está sucediendo en el entorno y responder apropiadamente. También podría explicar algunas de las deficiencias cognitivas asociadas con el padecimiento del acoso y maltrato entre iguales – la mala memoria, atención y concentración – e incluso podría correlacionar con la ansiedad, la depresión y los pensamientos suicidas experimentados por muchas víctimas.

Otra expresión de la violencia en la niñez y adolescencia es el maltrato infantil, cuyo impacto en la neurobiología se ha explorado en diversos estudios. En un reciente estudio, el equipo de la doctora Katya Rubia encontró que los participantes que habían estado expuestos a maltrato en su infancia mostraron un menor volumen de materia gris en varias zonas del cerebro, señalando que el maltrato infantil actúa como un estresor grave que produce una cascada de cambios fisiológicos y neurobiológicos que conducen a la generación de alteraciones en la estructura del cerebro. Las anomalías más consistentes fueron encontrados en la corteza prefrontal ventrolateral y regiones límbico-temporales, que muestran signos de desarrollo tardío.

Un estudio de 2011 de investigadores de la Universidad College de Londres demostró que los niños expuestos a la violencia familiar tienen los mismos patrones de actividad cerebral que los soldados expuestos al combate, registrando una sobreactivación de la ínsula anterior y la amígdala, regiones cerebrales asociadas con la detección de amenazas, resultados similares a los obtenidos en estudios con los veteranos de guerra. Estas áreas también están asociados con los trastornos de ansiedad, así que esto podría explicar por qué los niños maltratados tienen un mayor riesgo de problemas de ansiedad en la edad adulta.

La exposición a la violencia en la familia o en la escuela no son las únicas experiencias perniciosas que pueden influir en el desarrollo del cerebro, pero son un buen ejemplo de cómo nuestra biografía tiene una clara influencia en nuestra biología. Por ese mismo motivo no debemos caer en la desesperanza y el determinismo. Al igual que las malas experiencias esculpen nuestro cerebro, las buenas hacen lo propio. El pasado no se puede borrar, pero siempre podremos cambiar el cómo nos relacionamos con él, y especialmente cómo vivimos el presente y construimos el futuro.

Fuente: medicalnewstoday.com

ResearchBlogging.org
Vaillancourt T, Duku E, Becker S, Schmidt LA, Nicol J, Muir C, & Macmillan H (2011). Peer victimization, depressive symptoms, and high salivary cortisol predict poorer memory in children. Brain and cognition, 77 (2), 191-9 PMID: 21855200

Lim L, Radua J, & Rubia K (2014). Gray matter abnormalities in childhood maltreatment: a voxel-wise meta-analysis. The American journal of psychiatry, 171 (8), 854-63 PMID: 24781447

Teicher MH, Samson JA, Sheu YS, Polcari A, & McGreenery CE (2010). Hurtful words: association of exposure to peer verbal abuse with elevated psychiatric symptom scores and corpus callosum abnormalities. The American journal of psychiatry, 167 (12), 1464-71 PMID: 20634370

Escrito por María Rueda Extremera

¿Para qué escuchamos música triste?

Elegir escuchar música triste cuando estás pasando un momento difícil parece paradójico desde el punto de vista de que las personas estamos motivadas a buscar un estado emocional positivo cuando nos sentimos angustiados. Nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas tratando de ser felices. Y sin embargo, muchos de nosotros, cuando nos sentimos tristes nos ponemos una canción lacrimógena y nos recreamos en nuestra propia miseria. ¿Por qué?

Este es un aspecto de la psicología de la música que ha pasado por alto durante mucho tiempo. Ahora, una investigación de la Universidad de Limerick ha tratado de estudiar qué motiva a las personas a elegir este tipo de música cuando se sienten tristes y qué efectos tiene. Para ello le preguntaron a 65 adultos (de entre 18 y 66 años de edad, de cinco países diferentes) sobre una mala experiencia y que eligieran qué música escuchar. Debido a que este problema apenas se ha investigado antes, los investigadores optaron por un enfoque cualitativo. Analizaron las descripciones de los participantes y buscaron temas recurrentes sobre porqué elegían escuchar música triste.

Las respuestas se dividieron en dos temas principales: las estrategias personales adoptadas en la selección de la música triste, y las funciones que cumple la música.

Entre las estrategias resaltaba el deseo de conexión. La gente quería escuchar la música que resonara con su estado de ánimo actual. «No quería que la música me animara, yo quería quedarme con esas emociones durante un tiempo hasta que estuviera lista para dejarlas ir «, dijo una participante de 25 años de edad. Esta idea encaja con estudios anteriores que señalan que el estado de ánimo actual de la gente es a menudo una mejor predictor de su elección de la música de su estado de ánimo deseado.

Otra estrategia encontrada fue la de utilizar música triste como un activador de la memoria – para experimentar la nostalgia  o sentirse más cerca de la persona que se ha perdido. «He escogido la música porque sé que [la persona que había muerto] le había gustado la música también», dijo una señora de 48 años de edad.

Otros participantes describieron la selección de la música triste por su valor estético. En este caso, las personas no estaban eligiendo la música para mejorar su propia tristeza o para recordar el pasado, simplemente pensaron que la música era hermosa y de alta calidad.

Las funciones de autorregulación al escuchar música triste estaban estrechamente relacionados con las estrategias anteriores. Así, por ejemplo, los participantes hablaron de la re-experimentación de su afecto. «Yo estaba en casa, sintiendo lástima por mí mismo, pero no podía llorar», dijo una chica de 24 años de edad. «Así que decidí escuchar música triste para llorar un poco y luego sentirme aliviada y seguir adelante.» Otra chica de 21 años de edad lo expresó así: «la música me anima a sentir el dolor tal cual es. Es probable que no me haga sentir mejor en el momento, pero creo que puede haberme ayudado a lidiar con el dolor en general».

El estudio señala que escuchar música triste en situaciones adversas podría generar la sensación de «ser parte de la humanidad», es decir, ver tus propios sentimientos como parte de una experiencia humana más grande en lugar de soledad y aislamiento. También hubo participantes que veían la música triste como un amigo, como si la música fuera empática con su sufrimiento. «Sentí que se hizo amigo de la música», dijo una mujer de 33 años de edad. «siento como si la música y la letra fuera una persona real, en la que encuentro comprensión, consuelo y confianza, como si la canción fuera mi mejor amigo.» La música triste activa regiones cerebrales similares a aquellas que se ponen en funcionamiento cuando observamos una cara de tristeza (Fusar-Poli et al., 2009; Brattico et al., 2011). Este sustrato común podría darnos pistas del valor social de la música.

Habitualmente encontramos personas que tratan de escapar de sus emociones para así librarse de ellas. Sin embargo, conectar con aquello que estás sintiendo, experimentarlo y vivirlo es lo que facilita y permite seguir adelante. Este estudio nos muestra cómo la música puede ser una herramienta poderosa a través de la cual sintonizar contigo mismo. ¡Así que dale al play y disponte a sentir!

 

Fuente: BPS Research Digest

ResearchBlogging.org
Van den Tol, A., & Edwards, J. (2011). Exploring a rationale for choosing to listen to sad music when feeling sad Psychology of Music, 41 (4), 440-465 DOI: 10.1177/0305735611430433

Brattico E, Alluri V, Bogert B, Jacobsen T, Vartiainen N, Nieminen S, & Tervaniemi M (2011). A Functional MRI Study of Happy and Sad Emotions in Music with and without Lyrics. Frontiers in psychology, 2 PMID: 22144968

Fusar-Poli P, Placentino A, Carletti F, Landi P, Allen P, Surguladze S, Benedetti F, Abbamonte M, Gasparotti R, Barale F, Perez J, McGuire P, & Politi P (2009). Functional atlas of emotional faces processing: a voxel-based meta-analysis of 105 functional magnetic resonance imaging studies. Journal of psychiatry & neuroscience : JPN, 34 (6), 418-32 PMID: 19949718

Foto extraída de: tokiariri.wordpress.com

Escrito por María Rueda Extremera

Las Posibles Ventajas de los Falsos Recuerdos.

Que la memoria no es tan fidedigna como se pensaba y que hay algo nuevo que aparece (o desaparece) en nuestros recuerdos no es algo nuevo. La historia que se cuenta año tras año en la cena familiar-en la que siempre hay ligeras modificaciones- o aquellos dos productos que te sorprendes comprando a pesar de haberte aprendido la lista de la compra, ejemplifican sucesos de cómo la memoria no funciona como una copia fija y estática. La memoria resulta ser un proceso activo y reconstructivo, en la que los recuerdos se modifican de acuerdo a nuestra propia experiencia y en la que es frecuente tanto la pérdida de elementos como la adicción de otros nuevos (a estos últimos los llamamos falsos recuerdos o falsos positivos). Así, los recuerdos, cuando se activan con conceptos altamente relacionados (como la lista de la compra), tienden a producir falsos recuerdos, en una prueba de conectividad cerebral.

En un estudio realizado por el equipo de investigación liderado por Mark Howe, publicado recientemente en la Behavioral Sciences and Law, describen el papel adaptativo de estos falsos recuerdos y de cómo pueden ayudarnos en la resolución de problemas nuevos. Además, explicarían también como tendrían un papel en la supervivencia como especie.

En él, niños y adultos eran sometidos a una sencilla prueba de aprendizaje de palabras, en la que se facilitaban tanto palabras neutras (“papel”, “mesa”) como palabras relacionadas con la supervivencia (como “fuego” o  “peligro”).  En esta primera fase, en la prueba de recuerdo, se observó como la mayoría de los participantes tendían a añadir una o dos palabras relacionadas con el tema de la lista, y que, sin embargo, no habían visto nunca (falsos recuerdos).  

En la segunda fase del experimento, estos mismos participantes jugaban a un juego llamado “Test de Asociaciones Remotas”, en la que los mismos participantes debían completar un puzzle formado por tres piezas con una cuarta palabra relacionada con las tres palabras previas. Algunas de las soluciones se relacionaban fuertemente con los temas de la primera fase, y de esta forma, se comprobaba la influencia de los temas y falsos recuerdos de la primera fase.

Los resultados muestran como, en efecto, los participantes tendieron  a completar esa cuarta palabra con falsos recuerdos de la primera fase, y sobre todo, con aquellos que tenían que ver con la supervivencia. Con ello, los autores del estudio afirman el papel positivo de este tipo de recuerdos, porque suponen la activación de conceptos e ideas dadas por la experiencia previa, que ayudan a la resolución de problemas, y con mayor utilidad para aquellos que nos aseguren una supervivencia.

Como dice el autor: “pensad en un hombre primitivo, en la utilidad de evocar recuerdos a la hora de salvaguardarse de un depredador, en la importancia de fijarse no sólo en loss signos visibles, sino en todo lo relacionado con ello y que no se muestra”.

 

Fuente: Research Digest

Escrito por David Blanco Castañeda. 

La Mnemotecnia Escondida en los Mensajes de Facebook

Sorprendentes han sido los resultados de una investigación realizada a medias entre la Universidad de Warwick (UK) y la Universidad de California (EEUU). La hipótesis de partida era sencilla, ¿puede la información contenida en un post de Facebook ser mejor recordada que una cita de un libro, o que los rostros de las personas?

Todo parece indicar que así es. Los resultados son claros: los posts de Facebook eran mejor recordados y perduraban más en el tiempo que otro tipo de información. Como afirma el profesor y autor Nicholas Christenfeld, “nuestra capacidad de lenguaje no evolucionó para procesar textos cuidadosamente  pulidos y editados”. Más bien, y de lo que se deduce de lo obtenido en esta investigación, nuestro cerebro está más preparado para recordar información en un estilo casual, espontáneo y cercano. Y parece ser que Facebook y otro tipo de redes sociales (como twitter o las páginas de noticias en línea) están devolviendo esa forma de comunicación pre-alfabetización que a nuestro cerebro le cuesta mucho menos esfuerzo retener.

¿Qué implicaciones tendría esto para el mundo de la comunicación? Muchos expertos opinan que estas conclusiones ofrecen nuevas pistas de cómo se deberían diseñar los programas educativos, la publicidad y los distintos medios de comunicación en un futuro próximo. No se prescindiría de la edición ni de los programas correctores; simplemente se propondría acercar las formas a este estilo tan  cotidiano y cercano al habla natural. Nuestra memoria podría agradecérnoslo.

Aunque como dice la Dra. Mickes, también autora del estudio, “si estamos en lo cierto, la gente debería tener más cuidado con lo que pone en los estados de Facebook, ya que parece que esos mensajes serán recordados durante mucho más tiempo

Fuente: PsychCentral y University of  Warwick

Escrito por David Blanco Castañeda