Los problemas psicológicos han estado presentes en la propia naturaleza humana desde sus comienzos. En su gran mayoría, no implican una enfermedad ni una patología subyacente en la persona; sino que resultan de un problema de adaptación y funcionalidad entre los recursos propios de la persona y el ambiente en el que se encuentran inmersos.
En algún momento de la vida de la persona, determinados comportamientos dejan de ser funcionales con respecto al ambiente en el que se desarrollan y desembocan en toda una serie problemas que requieren una atención psicológica especializada por parte de profesionales. Por tanto, son con los comportamientos humanos con lo que los psicólogos vamos a trabajar.
A veces una terapia implica disminuir dichos comportamientos no funcionales (por ejemplo, en una depresión, quedarse en la cama sin hacer nada), aumentar otros comportamientos que sí son funcionales (en el mismo caso, aumentar las actividades gratificantes), y/o aceptar una serie de circunstancias que no podemos cambiar (el dolor que nos despierta la pérdida de un ser querido). Del correcto análisis individualizado del caso (de todas las variables que pueden estar afectando al origen, desarrollo y mantenimiento del problema), surge nuestro plan terapéutico con nuestros pacientes. Nuestro plan terapéutico, nuestro tratamiento, lo que busca como objetivo es la re-adaptación de la persona a su ambiente; y en caso de presentar otro desajuste, que la persona pueda utilizar sus capacidades de forma autónoma y solucionar cada problema que se le presente
Así, en la etapa adulta, como en cualquier otra etapa de la vida, podemos manifestar toda una serie de comportamientos que provocan malestar significativo en el individuo. En Cenit Psicólogos buscamos esa readaptación; analizando pormenorizadamente su caso y utilizando las técnicas avaladas científicamente. Juntos, de la colaboración mutua que estableceremos en terapia, podremos encontrar el camino que mejor le convenga. Porque una terapia no sólo busca disminuir y eliminar; sino también crecer, aumentar, desarrollar, decidir.
A continuación os ofrecemos una serie de trastornos en los que pueden englobarse los diferentes síntomas que podéis sentir en algún momento de vuestras vidas. Estas denominaciones (trastornos) responden a las diferentes clasificaciones que actualmente se utilizan en psicología (DSM-IV, CIE-10). Dichas clasificaciones son útiles para organizar los datos y para facilitar la comunicación entre profesionales, y por tanto, las utilizamos únicamente con dichos objetivos. Sin embargo, desde Cenit Psicólogos nos desmarcamos de la consideración de la palabra “trastornos”; pues creemos que los comportamientos no adaptativos que presentan las personas son patrones de comportamiento aprendidos, y como tales, pueden cambiarse mediante una terapia empíricamente validada; y no como algo inherente a la persona
Recordad: si manifestáis alguno de estos síntomas, en intensidad elevada, con la suficiente interferencia como para no poder realizar vuestras actividades de la vida diaria, podéis poneros en contacto con nuestro equipo.
➢ Trastornos de Ansiedad
Si te encuentras inquieto constantemente, sientes que te preocupas demasiado por los acontecimientos de la vida diaria (hasta de los más pequeños), las preocupaciones te quitan demasiado tiempo y te impiden disfrutar de los buenos momentos, a poco que pase ya estás alarmado, tienes reacciones intensas e irritables, sientes en poco tiempo y de forma muy intensa palpitaciones, temblores y sacudidas, sensación de ahogo, opresión y malestar torácico, nauseas, piensas que te vas a morir, respiraciones muy intensa, sientes dolor en las articulaciones o que pierdes sensibilidad, te sientes separado del cuerpo o de lo que te rodea, tienes sudoración excesiva. Tienes miedo a sentir este malestar una y otra vez, y comienzas a limitar tu vida diaria.
Sientes temor o pánico hacia una situación específica, hacia un objeto o un animal, reconoces que ese miedo es excesivo y te está alterando el ritmo de tu vida diaria
Sientes miedo o inquietud constante y persistente o situaciones sociales y actuaciones que implican exponerte a desconocidos o a una posible evaluación de los demás. Sientes que este miedo es excesivo y te está alterando el ritmo de tu vida diaria.
Has estado expuesto a una situación altamente estresante y desde entonces sientes que tu vida ha cambiado: te sientes indefenso, sientes un horror muy intenso, te vienen a la cabeza elementos de esa situación estresante de manera continua y sin que puedas controlarlo, no duermes, te cuesta concentrarte y te cuesta implicarte emocionalmente con los demás
Sientes que tienes sentimientos o pensamientos que no son propios de ti, que te producen un terrible malestar, que te llevan a hacer una serie de acciones de manera repetida y en el mismo orden, que te hacen perder mucho tiempo y actividades gratificantes para ti.
➢ Trastornos del Estado de Ánimo
Si te sientes abatido, infeliz, con sensación de que tu vida está vacía, te cuesta implicarte en tus actividades de la vida diaria, tienes problemas de concentración, tienes problemas de sueño, te cuesta levantarte de la cama, sientes que tu deseo sexual cada vez es menor y tu peso y apetito han disminuido con el tiempo.
Si te sientes eufórico, con excesivas ganas de hacer cosas, te propones planes improbables, te encuentras desinhibido, te cuesta controlar tus impulsos, te sientes con un fuerza inagotable, y ves que no necesitas comer y dormir.
➢ Trastornos de la Conducta Alimentaria:
Si sientes que tu figura nunca está en el peso y la imagen que tú deseas, y te llevan a hacer toda una serie de acciones para controlar lo que pesas, la cantidad de comida que ingieres y la actividad física que realizas día a día, con una disminución de peso que preocupa a los demás y que tú la sientes como insuficiente. Si te encuentras triste, con problemas para relacionarte con los demás.
Si se producen episodios de gran ingesta de comida hipercalórica, con sensación de culpabilidad posterior y con toda una serie de acciones para compensar la comida ingerida
➢ Trastornos Somatomorfos/Conversivos:
Si han aparecido síntomas físicos y/o psicológicos (dolor, problemas gastrointestinales…) sin ninguna explicación médica; que te producen malestar y una gran alteración de tu rutina diaria.
Si tienes la convicción de presentar una enfermedad grave, a pesar de todas las pruebas médicas y neurológicas pertinentes, que te llevan a hacer todo un peregrinaje por los hospitales y te producen un malestar significativo, ya sea por las sensación de padecer una enfermedad, como la reducción de tu vida habitual a que te confirmen el diagnóstico de la enfermedad.
Si has perdido determinadas funciones motoras o voluntarias (convulsiones, pérdida de visión, pérdida de capacidad motora…) y no encuentras explicación médica que se corresponden con tus síntomas.
➢ Trastornos del Sueño
Si sientes que duermes en una cantidad insuficiente/excesiva y eso te provoca una disminución y alteración de las actividades de tu vida diaria.
➢ Trastornos sexuales
Si sientes que tu respuesta sexual no cumple las expectativas de tu vida sexual o de tu pareja y te produce un severo malestar y una modificación en la relación y en el disfrute de tus relaciones sexuales.
➢ Trastornos del control de impulsos.
Si sientes que pasas mucho tiempo haciendo un acto perjudicial; que te quita mucho tiempo para realizar otra serie de actividades gratificantes, que te provoca problemas con tu entorno (familia, pareja, amigos, económicos…) y que lo realizas sin poder resistir la tentación y sin tener en cuenta las consecuencias.
➢ Trastornos de la personalidad
Si sientes que te ves abocado a realizar un patrón de comportamiento de manera inflexible y que te provoca una gran desadaptación con el entorno que te rodea, que lo llevas haciendo desde tu adolescencia y que te impide realizar otras conductas más adaptativas. Si sientes que ante situaciones de gran estrés emocional y físico estos comportamientos se acentúan, colocándote en una situación de continua fragilidad emocional.