Las personas altamente sensibles se definen por unas respuestas más agudas a los estímulos ambientales, ya sean físicas, cognitivas o emocionales. Estas respuestas agudizadas pueden ser ante estímulos externos (sociales o ambientales) o bien internos (intrapersonales). Además, una persona altamente sensible puede ser más extrovertida o introvertida, estos rasgos no se relacionan necesariamente. ¿Conoces a alguna persona que podría parecerte altamente sensible? ¿Puede que tú lo seas?
Este rasgo tiene tanto ventajas como inconvenientes y hay muchas características en ser una persona altamente sensible que se pueden considerar como positivos; como por ejemplo una gran empatía e intuición, habilidad para escuchar, y mucha capacidad para comprender las necesidades de los demás. Sin embargo, ya que muchas de las características que pueden indicar que una persona es altamente sensible pueden afectarles negativamente, aquí nos centraremos en 24 señales de esta alta sensibilidad, siendo negativas para estas personas. La mayoría de nosotros podríamos sentir estas señales, y en muchas ocasiones tiene más que ver con la frecuencia o la intensidad, por lo que las personas altamente sensibles lo sienten “más profundo” o “en mucha cantidad”.
Para que se pueda comprender mejor la forma en que se presentan estas señales, las dividiremos en tres categorías; sensibilidad hacia uno mismo, sensibilidad hacia los otros y sensibilidad hacia el ambiente.
Categoría uno: Sensibilidad hacia uno mismo
1. Dificultad para dejar ir pensamientos y emociones negativas.
2. Aparición frecuente de síntomas físicos (como dolor de cabeza u otros) ante algo negativo que haya ocurrido durante el día.
3. A menudo, algo negativo que haya ocurrido durante el día, afecta a los hábitos de sueño o alimentación, ya sea comiendo o durmiendo mucho o demasiado poco.
4. Experimentación habitual de ansiedad o tensión.
5. Tendencia a “machacarse” cuando no se cumplen las propias expectativas.
6. Miedo al fracaso, incluso en situaciones relativamente menores.
7. Comparación frecuente con otros, y además generalmente esta comparación se acompaña de sentimientos displacenteros resultado de una comparación social negativa.
8. Sentimiento de ira o resentimiento sobre situaciones de la vida o de la sociedad que parezcan injustas o incluso simplemente molestas.
Categoría dos: Sensibilidad hacia los otros
9. Pensar o preocuparse a menudo por lo que los otros están pensando.
10. Tendencia a tomarse las cosas a lo personal.
11. Dificultad para dejar ir una situación social desagradable, aunque sea pequeña.
12. Facilidad para sentirse herido.
13. Ocultación frecuente de sentimientos negativos, por la creencia de que son demasiado fuertes, vergonzantes o turbulentos para compartirlos con otros.
14. A menudo, discusión de las emociones negativas de otros, ya que se considera una gran cantidad de drama en la propia vida.
15. Dificultad para aceptar la crítica, aunque sea dada de forma razonable y constructiva.
16. Sentimiento frecuente de que otros le juzgan, aún sin evidencias de ello.
17. Reacción excesiva a provocaciones ya sean reales o muy ligeras.
18. A menudo, sentimiento de extrañeza al estar en un grupo, al tiempo que el sentimiento de no poder ser uno mismo.
19. Sentimiento de autoconciencia en situaciones íntimas. Preocupación excesiva por la aprobación del compañero en estas situaciones. Miedo a ser rechazado, incluso sin pruebas razonables para ello.
Categoría tres: Sensibilidad ante el ambiente
20. Sentimiento de incomodidad en las multitudes, en una habitación llena de gente hablando o cuando están ocurriendo muchas cosas a la vez.
21. Sentimiento de desagrado ante la exposición a luces intensas, ruidos fuertes o aromas intensos.
22. Facilidad de sobresaltarse ante un ruido fuerte, con el tráfico rápido o con otras sorpresas desagradables.
23. Sentimiento de decepción o tristeza viendo o leyendo noticias negativas en los medios. Disgusto ante los programas intensamente violentos o de miedo.
24. A menudo, infelicidad ante las publicaciones de gente a la que siguen en redes.
Este rasgo, como dijimos antes, tiene en ocasiones aspectos también positivos, aunque tiende a generar gran sufrimiento. Es importante, por tanto, lograr un adecuado conocimiento del mismo, del mismo modo que saber cómo manejar las situaciones que pueden afectar a las personas altamente sensibles. ¿Te has sentido identificado con estos rasgos? ¿Quieres saber si eres una persona altamente sensible? Aquí puedes hacer el test
Fuente: Psychology Today
Escrito por Lara Pacheco Cuevas