La sexualidad es algo inherente al ser humano, es una necesidad básica que nos acompaña desde nuestro nacimiento hasta que morimos, y que nos marca profundamente nuestra identidad como personas.
Aparte de la función reproductora, la sexualidad sirve para vivir experiencias placenteras, mostrar emociones y sentimientos, descubrir sensaciones, así como para establecer un vínculo especial y una comunicación intima con otra persona. Es una necesidad más que hay que cuidar y experimentar de forma plena, tanto en hombres como en mujeres.
Es una revisión bibliográfica especialmente interesante de María Sánchez y colaboradores (2013) sobre la importancia de la satisfacción sexual en ambos sexos, donde revisaron 197 artículos científicos concluyendo que no hay grandes diferencias entre hombres y mujeres cuando hablamos de satisfacción sexual, y como las personas sin problemas de salud tenían indicadores más altos de satisfacción sexual.
Pero, ¿qué es lo que ocurre para que una vida sexual activa y sana se convierta en un problema de adicción?. La hipersexualidad o adicción al sexo, es una adicción más, lo mismo que es la adicción al tabaco, a las drogas, al alcohol, o la ludopatía.
La “Hipersexualidad” es un aumento en la frecuencia, intensidad de fantasías, excitación, impulsos y conductas sexuales asociadas con impulsividad, que provocan malestar significativo, deterioro social u ocupacional.
Estas conductas sexuales normalmente se dan en situaciones de alto nivel estrés o como respuesta a estados de ánimo determinados de ansiedad, depresión, aburrimiento o irritabilidad.
Es muy interesante el estudio que realiza Chiclana. C. (2013) donde veía que la adicción al sexo, en un porcentaje muy alto de los sujetos (75,6%), estaba asociada con otros trastornos como Trastornos Depresivos, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, Trastornos de Ansiedad y Trastorno Obsesivo Compulsivo.
La psicóloga Ellen Hendriksen, ha identificado seis indicadores que pueden ayudar a reconocer cuando nos encontramos ante una adicción al sexo. Estos seis signos son:
1. Incongruencia
Se refiere a cómo entra en conflicto la actividad sexual que estás llevando a cabo con la vida diaria. Como te afecta a tu trabajo, a tu familia, a tus amigos, como te aleja de tus objetivos, de tus metas, etc…
2. Falta de control
Este punto sería las ganas de satisfacción inmediata del impulso sexual que hace que se actúe sin pensar y sin tener en consideración las consecuencias futuras.
- Compulsión
La compulsión es una conducta que se realiza para aliviar la ansiedad, siendo incapaces de no realizar esas conductas incluso sintiéndose mal al realizarlas. Es decir, haces conductas sexuales no solo para sentirte bien sino para sentirte menos mal. Sientes como que la masturbación o tener sexo es totalmente inevitable, y que el no tenerlo o retrasarlo te hace sentirte irritable, ansioso, enfadado, incluso indefenso o fuera de control.
- Dependencia
La experiencia gratificante que se produce con el sexo hace que se convierta en una conducta reforzante y que se busque de forma continua esa sensación, que con el tiempo se llegara a normalizar buscando sensaciones más “fuertes” para lograr la misma satisfacción que lograba antes por lo que aumentara el consumo o aumentara el grado de intensidad sexual de los contenidos. Esto provoca una dependencia progresiva al igual que cualquier otra adicción.
5. Combinación
Se observa una correlación positiva de baja autoestima y baja sensación de felicidad con la adicción al sexo, así como una combinación de la ansiedad y depresión con el deseo sexual, siendo el sexo una vía de escape o de liberación de los esos trastornos de estados de ánimo o de estrés. Este punto estaría en línea con el estudio realizado por Chiclana (2013) que hemos comentado anteriormente.
- Relaciones vacías o disfuncionales
Esta hiperactividad sexual en caso de relación de parejas afectara a la actividad sexual, habrá disfunción sexual y la relación puede verse afectada en la vida en pareja, ya que puede ocurrir que se prefiera la actividad sexual en solitario (cibersexo, porno, prostitución, etc) a las relaciones sexuales en pareja con el consiguiente detrimento en la comunicación y en la relación de la pareja.
Este punto lo refuerza la publicación de la Society for the Advancement of Sexual Health (SASH) donde confirma que los últimos estudios apuntan a un incremento en el número de casos de disfunciones sexuales en hombres son debidos posiblemente al uso de pornografia por internet.
Cuando detectamos que alguien de nuestra familia, ya sea, nuestra pareja, hijos, o nosotros mismos, tiene esta patología, no hay que subestimar el problema, no tenemos que olvidar que se trata de una importante adicción que provoca un fuerte malestar y sufrimiento a la persona que lo sufre, aparte de las graves consecuencias que puede acarrear tanto a nivel laboral, personal y familiar.
Es recomendable acudir a Psicólogos Sanitarios y/o Clínicos colegiados que analizaran el caso en profundidad y que decidirán cual es la terapia más adecuada a utilizar para cada caso. La terapia cognitivo-conductual, técnicas de prevención de recaídas o la terapia de pareja se han visto como las más eficaces para abordar su problemática.
En definitiva, el proceso va orientado, principalmente, a que la persona pueda manejar sus impulsos, evitando las recaídas y fomentando la adaptación a una nueva vida.
BIBLIOGRAFIA Y FUENTES
- C. (2013). Hipersexualidad, trastorno hipersexual y comorbilidad en el Eje I. In Comunicación presentada en: 14º Congreso Virtual de Psiquiatria. com. Interpsiquis.
- Echeburúa, E. (2012). ¿ Existe realmente la adicción al sexo?. Adicciones, 24(4), 281-286.
- Manning, J. C. (2006). The impact of internet pornography on marriage and the family: A review of the research. Sexual Addiction & Compulsivity, 13(2-3), 131-165.
- Society for the Advancement of Sexual Health (SASH) (2016). Unprecedented rates of sexual dysfunctions in young men may be related to internet porn use
- Del Mar Sánchez-Fuentes, M., Santos-Iglesias, P., & Sierra, J. C. (2014). A systematic review of sexual satisfaction. International Journal of Clinical and Health Psychology, 14(1), 67-75.
- Hendriksen, E. 6 Signs of Sex Addiction (2016):
http://www.quickanddirtytips.com/health-fitness/mental-health/6-signs-of-sex-addiction
Escrito por Ángel Luis Guillén Torregrosa