Gran parte del conocimiento que tenemos sobre el cerebro proviene de los estudios con pacientes con daño cerebral. Entre ellos, uno de los efectos más llamativos que pueden producirse es lo que llamamos ceguera cortical.
De las diferentes áreas del cerebro, la parte de la nuca, la occipital, es la zona encargada de que podamos percibir estímulos visuales. Aunque tradicionalmente se planteaba como el único área responsable de la visión, el estudio de pacientes con daños en estas áreas nos ha llevado a pensar que no es estrictamente eso. En realidad, la corteza visual es la que nos permite ver conscientemente. Sin embargo, muchas otras áreas del cerebro hacen que veamos cosas de forma inconsciente. ¿Cómo sabemos esto?
Cuando una persona tiene ceguera cortical, expresa que no ve, que no puede percibir ningún estímulo a través de los ojos, pero sin embargo, se ha ido conociendo a través de los estudios de caso que no es estrictamente así. En estos pacientes, se produce lo que se denomina “blindsight” o vista ciega. Si le preguntamos a un paciente con este daño la forma o la localización de algo, nos dirá que no lo sabe, pero si le hacemos adivinar, se encuentra que es más probable que acierte respecto a estas características que lo esperado por azar.
Esta visión ciega, además, nos puede ayudar a aprender más cosas sobre la percepción inconsciente, lo que abre una gran cantidad de posibilidades en el campo de la investigación. Una de las áreas más interesantes es la visión ciega afectiva. Esto implica que incluso sin la conciencia de estar viendo algo que puede asustarnos, en nuestro cerebro puede producirse una respuesta de miedo.
De hecho, incluso podemos tener una respuesta de miedo condicionado a un estímulo visual de forma inconsciente. En un estudio del 2003 (Hamm et al.), con un paciente con ceguera cortical, se creó una respuesta de miedo en él, ya que ante una clave visual, se le administraba un calambre. Esto dió lugar a que cuando se producía esta clave visual, ya mostrara unas respuestas de miedo anticipatorio, aunque no tuviera conciencia visual de que estaba ahí.
Esto nos hace pensar que las sensaciones de miedo no necesitan pasar por la corteza cerebral para ser procesadas, en muchas ocasiones pueden seguir una vía subcortical, implicando a la amígdala, la estructura cerebral responsable de las respuestas de miedo, de forma que existirá de forma inconsciente.
Esto es posiblemente lo que podía estar ocurriendo en el caso del paciente TN (Burra, 2013). En este caso, se trató de comprender cómo procesamos estímulos visuales como las caras. El paciente, con ceguera cortical, trató de “adivinar” cuándo las imágenes de caras que se le presentaron le estaban mirando o no. En principio, la respuesta de este paciente era que no podía saberlo, ya que no es capaz de ver. Sin embargo, cuando se le insistió en que intentara adivinarlo aún sabiendo que no lo ve, sí logró acertar por encima de lo esperado por azar.
Además, un resultado especialmente interesante, es que cuando las imágenes mostraban una mirada directa hacia él, al medirlo con una resonancia, se observó que se activaba la amígdala. Además, esta activación también aparece en el grupo control, sin ningún tipo de lesión.
Cuando las personas tienen esa sensación de que alguien les está mirando, incluso aunque puedan reconocer que no es así, y les hace sentir cierta inquietud, ¿podría explicarse porque han percibido alguna mirada hacia ellos de forma inconsciente y es necesario para la supervivencia saber de dónde proviene? ¿Quizá su amígdala esté demasiado activada y eso provoque la sensación de que les miran?
Sea como sea, parece que la parte inconsciente de la percepción aún tiene muchas cosas que explicar de nuestro día a día.
Fuentes: mindhacks.com, jneurosci.org, academic.oup.com
Burra, N., Hervais-Adelman, A., Kerzel, D., Tamietto, M., De Gelder, B., & Pegna, A. J. (2013). Amygdala activation for eye contact despite complete cortical blindness. Journal of Neuroscience, 33(25), 10483-10489.
Hamm, A. O., Weike, A. I., Schupp, H. T., Treig, T., Dressel, A., & Kessler, C. (2003). Affective blindsight: intact fear conditioning to a visual cue in a cortically blind patient. Brain, 126(2), 267-275.
Escrito por Lara Pacheco Cuevas