En el año 2002, el inquietante director canadiense David Cronenberg llevó a la gran pantalla la novela de Patrick McGrath, Spider, relato de una persona con esquizofrenia. En ella se cuenta la historia de Dennis (el Spider del título), un hombre que, tras pasar gran parte de su vida en un psiquiátrico, sale al apabullante mundo real para una segunda oportunidad. Es en este periodo de libertad cuando comienza a reconstruir su pasado y descubrir las razones que le han llevado a estar tantos años convicto.
Spider retrata algunos de los aspectos más graves de los trastornos formales del pensamiento y de los trastornos del contenido del pensamiento. La película se desarrolla en una época donde los psiquiátricos eran la única medida de ayuda a estas personas, y, por tanto, en la película no hay concesiones al espectador. Así, se muestra a un Spider frágil y abúlico, con una conducta extravagante y errática y con un lenguaje monosilábico y apenas entendible. En su reorganización de sus vivencias escribe compulsivamente en un diario; pero no en un lenguaje convencional, sino en un lenguaje criptográfico, cuyos signos y significados sólo los conoce él. Según avanza la película nos adentramos en sus propios delirios y reconocemos el Delirio de Capgras cuando cree que su madre ha sido sustituida por una impostora; y observamos la gran ansiedad que sufre cuando cree que su casera también lo es. Spider muestra un caso llevado al extremo de un trastorno que provoca una desaptación total del individuo con su ambiente, cuando no es capaz de discernir qué parte es realidad y qué parte es producto y formación de su pensamiento.
De visionado obligado para todo profesional que se dedique a la psicología por la cantidad de síntomas conductuales que pueden verse y para cualquier espectador que quiera conocer un poco más del trastorno, no debemos olvidar que la realidad de la esquizofrenia en la actualidad es muy distinta; ya sea por la heterogeneidad en gravedad y síntomas dentro del grupo de personas diagnosticas con tal “categoría”, como por las múltiples terapéuticas que abordan su problemática, cuyo objetivo fundamental es la detección, estabilización e integración de las personas a su entorno socio-cultural.
Escrito por David Blanco Castañeda