Algunos malos consejos que damos a nuestros hij@s

La mayoría de los padres quieren que sus hijos tengan éxito en la vida, por lo que éstos se afanan en transmitir las actitudes que consideran beneficiosas y les ayudarán a alcanzar sus metas. Pero, algunos elementos que hemos admitido como positivos para tener éxito podrían ser contraproducentes, ya que pueden producir resultados a corto plazo, pero eventualmente conducen al agotamiento y, a la vez, a un menor éxito. Estas son algunas de las cosas más perjudiciales que muchos de nosotros podemos estar enseñando a nuestros hijos sobre el éxito, y algunas recomendaciones sobre qué decirles en su lugar.

Foto extraída de danoah.com
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  1. Lo que se les dice a los hijos: concéntrate en el futuro. Mantén tus ojos en el premio.

Deberíamos decirles: vive (o trabaja) en el presente.

Mantener la concentración es difícil. La investigación muestra que nuestras mentes tienden a deambular el 50 por ciento del tiempo que estamos despiertos. Y cuando nuestras mentes divagan, podemos comenzar a meditar sobre el pasado o preocuparnos por el futuro, lo que lleva a emociones negativas como la depresión y el estrés.

Una mente que constantemente intenta enfocarse en el futuro, desde obtener buenas notas hasta entrar en la universidad, será propensa a una mayor ansiedad y miedo. Aunque un poco de estrés puede servir como un motivador, el estrés crónico a largo plazo afecta nuestra salud así como nuestras facultades intelectuales, como la atención y la memoria. Como consecuencia, enfocarnos demasiado en el futuro puede afectar a nuestro desempeño.

Los niños lo hacen mejor y se sienten más felices si aprenden cómo permanecer en el momento presente. Y cuando las personas se sienten felices, pueden aprender más rápido, pensar de forma más creativa y resolver problemas con mayor facilidad. Los estudios incluso sugieren que la felicidad te hace un 12 por ciento más productivo. Las emociones positivas también te hacen más resistente al estrés, ayudándote a superar desafíos y contratiempos más rápidamente para que puedas retomar el camino.

Aunque es bueno que los niños tengan objetivos y metas para las que trabajar, es recomendable ayudarlos a mantenerse enfocados en la tarea o conversación presente.

  1. Lo que se les dice a los hijos: Debes mantenerte alerta, nunca bajes la guardia

Deberíamos decirles: es importante aprender a relajarse.

Los niños se sienten ansiosos a edades cada vez más tempranas, preocupándose por las calificaciones y sintiendo la presión de mejorar en la escuela. Muchos niños tienen un gran sufrimiento asociado a esta presión.

La forma en que diariamente llevamos nuestras vidas como adultos muestra a los niños que el estrés es una parte ineludible. Este no es un buen estilo de vida para modelar para niños. No es sorprendente que las investigaciones muestren que los niños cuyos padres están sufriendo de agotamiento en el trabajo tienen más probabilidades que sus compañeros de experimentar agotamiento en la escuela.

Es recomendable que los padres enseñen a los niños las habilidades que necesitarán para ser más resistentes frente a los eventos estresantes. Si bien no podemos cambiar el trabajo y las exigencias de la vida que enfrentamos, podemos usar técnicas como la meditación, el yoga y la respiración para lidiar mejor con la presión. Estas herramientas ayudan a los niños a aprender a parar y descansar, en contraposición a las respuestas de estrés.

  1. Les decimos a nuestros hijos: Mantente ocupado.

Deberíamos decirles: disfruta de no hacer nada.

Incluso en nuestro tiempo libre, en nuestra sociedad las personas tienden a dar más valor a las emociones positivas de alta intensidad como la excitación, en oposición a aquellas de baja intensidad como la calma.  Esto significa que los horarios de nuestros hijos a menudo están a tope con actividades extraescolares y salidas familiares, lo que deja poco tiempo de inactividad.

En lugar de llenar de actividades a los niños, podemos dejarles algún tiempo libre. Los niños pueden convertir cualquier situación, ya sea en una sala de espera o caminando a la escuela, en una oportunidad para jugar. También pueden elegir actividades relajantes como leer un libro, llevar al perro a caminar o simplemente tumbarse debajo de un árbol y mirar a las nubes, todo lo cual les permitirá acercarse al resto de sus vidas desde una perspectiva más centrada y pacífica. Darles tiempo de inactividad a tus hijos les ayudará a ser más creativos e innovadores. Igualmente importante, les ayudará a aprender a relajarse.

No es que nunca debamos desafiarles o que debamos privarles de oportunidades de aprendizaje. El punto es no sobrepasarlos y comprometerlos hasta el punto en que no tengan la oportunidad de aprender juegos independientes, estar con ellos mismos y soñar despiertos, para aprender a ser felices solo en lugar de estar siempre haciendo.

Fuente: Psychology Today

Escrito por María Rueda

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