¿Influyen las características de los anuncios para niños en la vida adulta?

Es sabido por todos que llegadas estas fechas empiezan los bombardeos de anuncios de juguetes, a todas horas, uno detrás de otro y sin ni siquiera dar tiempo a procesar tantísima estimulación de colores, musiquitas y productos (cuanto más para la población diana de estas campañas: ¡nuestros niños!).

¿Pero acaso nos hemos planteado alguna vez cómo están diseñados estos anuncios? (Ya sea en formato spot de televisión o la típica revista en papel que llega a casa y los pequeños repasan una y otra vez para hacer sus listas de “me lo pido”).

Extraída de https://elproyectoalegria.wordpress.com
Extraída de https://elproyectoalegria.wordpress.com

Características de los Anuncios

Diversos estudios sobre los spots de juguetes han demostrado que, en lo referente a los valores representados y transmitidos, la publicidad de figuras de acción alberga mayor porcentaje de personajes masculinos asociados a valores como competencia, individualismo, habilidad y desarrollo físico, creatividad, poder y fuerza. Sin embargo, los anuncios de muñecas tienen mayor porcentaje de personajes infantiles femeninos y éstos se asocian a los valores belleza y maternidad, estando apenas presentes los anteriores valores.

El género masculino se proyecta más sabio, activo, agresivo e instrumental que el femenino. Se comprobó que los personajes masculinos implicaban mayor control o dominio que los femeninos. Y si nos fijáramos en la voz en off nos daríamos cuenta de que  la voz masculina es la más utilizada, sugiriendo esto que la voz más legítima socialmente continúa siendo la del hombre.

Estos usos por parte de la publicidad infantil en televisión  contribuyen a la formación de discursos sociales que promueven diferencias entre habilidades y cualidades asociadas a cada género, o lo que es lo mismo, desigualdades de género fomentando unos valores asociados a las niñas (como la atención personal, de la casa, la afectividad, la belleza), y estereotipos muy diferentes en los niños (como el valor, la competitividad y el liderazgo).

¿Influyen estas características publicitarias en la vida adulta de los niños?

Estos estereotipos y clichés que los niños inconscientemente interiorizan podrían reproducirlos cuando fuesen mayores en las distintas esferas vitales.

VIDA LABORAL: Los estereotipos sexistas limitan los intereses de los niños.

¿De verdad los juguetes impactan en la elección de carrera? Becky Francis, profesora de Pedagogía de la Universidad de Roehampton, en Reino Unido, cree que sí. Un pequeño estudio llevado a cabo por Francis concluyó que los niños tendían a recibir más juguetes en los que hay acción, construcción o maquinaria, mientras las mujeres eran impulsadas hacia las muñecas y lo que se supone que son intereses femeninos, como la peluquería.

El mensaje de fondo pareció ser que los niños debían resolver problemas mientras las niñas se dedicaban a los cuidados y las crianzas. Desde la universidad de Washington y Lee (Estados Unidos) algunos estudios también advierten que los juguetes de género pueden afectar la carrera futura de los niños, particularmente porque podrían desincentivar la atracción de ellos o ellas hacia según qué carreras (Como por ejemplo, que las chicas sean científicas).

 – IDEAL DE BELLEZA EN LA MUJER

La utilización de la belleza como valor asociado, casi exclusivamente, al género femenino, puede promover un mensaje social que asocie belleza y mujer como realidad inseparable (sin tener en cuenta aspectos internos de belleza como inteligencia o personalidad). Esto fomentaría desde pequeña la idea de que la mujer ha de estar perfecta diariamente, que para ser guapa es necesario maquillarse, tener un cuerpazo, que mostrar emociones “negativas” puede generar rechazo social, etc.

Por contraposición, en el caso del género masculino: ellos tienen que cuidar su poder y fuerza.

 – ORIENTACIÓN SEXUAL

No tengamos miedo a dejarles jugar con lo que quieran, los estereotipos los promueven los adultos, con prejuicios del tipo “si el niño juega con muñecas o va a ballet saldrá gay”. Los niños nos demuestran día a día que pueden ser muy inteligentes y creativos y que si sus mayores no se lo inculcan, ellos prefieren jugar con todo y todos a la vez, sin hacer distinciones.

 – VIDA DOMÉSTICA

El tema que nos ocupa también puede influir en los roles de género en relaciones de pareja (quién “trae el dinero a casa”, quien se ocupa de los niños) y en la equidad-paridad sobre todo en tareas domésticas (aún a día de hoy las encuestas señalan que un gran tanto por ciento de la carga de las tareas del hogar recae sobre las mujeres).

Los juguetes juegan un rol… por tanto, no fomentemos esa desigualdad, aboguemos por la paridad y fomentemos que el juego sea un contexto de entrenamiento para los futuros roles sociales adultos donde… hombres y mujeres dedican el mismo tiempo a tareas del hogar y cuidado de los hijos, donde hombres puedan encargarse exclusivamente de las tareas de casa si así lo desean o las mujeres ser fontaneras o ingenieras, eliminándose así el tan conocido (pero poco mencionado) techo de cristal, donde no haya diferencias de sueldo por el género… en definitivas cuentas, donde cada personita pueda disponer de todo el abanico de posibilidades para elegir lo que quiere ser de mayor y que se crea capaz de ello.

Ya se ve como “más o menos normal” la idea de no regalar a los niños juguetes bélicos del tipo pistolas, pero ¿cuándo se conseguirá que un carrito (rosa) no sea sólo y exclusivamente de niñas?

Se considera, por tanto, que es aconsejable desde un punto de vista educativo, la publicidad de juguetes infantiles fomentará su proyección desde una óptica más neutral, centrada en el producto y no solo en lo que se asocia a cada género. También ayudaría a que los adultos regalaran desde una mentalidad totalmente abierta.

Ya sucedió en las Navidades del 2012 en Suecia, donde una conocida marca de juguetes apostó por la elaboración de un catálogo unisex en el que primaban los juguetes y no el género: se mostraba a una niña disparando (aunque esto educativo, lo que se dice educativo, no es) y a un niño acunando un bebé. Por suerte, este año en nuestro país otras tres conocidas cadenas de jugueterías se han sumado al carro de la publicidad no sexista en sus campañas de Navidad rompiendo los estereotipos a los que tan acostumbrados estamos, y apareciendo ellos cuidando bebés o peinando a una chica mientras ellas son científicas o se encargan del bricolaje, y todo ello sin tener sus páginas divididas en secciones rosa y azul.

A mayores, recientemente también se han lanzado campañas promovidas desde la Comunidad de Murcia y Valencia, o desde el Ayuntamiento de Madrid en pro de la ruptura de estos estereotipos sexistas. De todas estas novedosas e interesantes iniciativas podemos sacar la conclusión de que “no se trata tanto de dejar jugar con un determinado juguete, sino de no medir su libertad y no tener límites a la hora de elegir a qué o con qué jugar: JUGAREMOS CON CUALQUIER COSA HOY PARA SER TODO LO QUE QUERAMOS MAÑANA”.

Porque no lo olvidemos, los buenos granos que sembremos hoy serán las productivas cosechas del mañana.

Fuentes

BBC Mundo, Elboletín.com, eldiario.es

Martínez, E., Nicolás, M. Á., & Salas, Á. (2013). La representación de género en las campañas de publicidad de juguetes en Navidades (2009-12). Comunicar, 21(41).

Escrito por Maite Nieto

7 recomendaciones para elegir juguetes

Ya empiezan a llegar los catálogos de juguetes de las grandes almacenes e hipermercados a nuestros buzones y he de decir que es bastante desalentador hojear sus páginas. Es como si poco hubiera cambiado durante estos últimos 50 años. Los roles se han flexibilizado, las mujeres han ampliado considerablemente sus funciones en el ámbito laboral y la corresponsabilidad en el hogar va ganando terreno. Esto, que afortunadamente es una realidad creciente no parece haber llegado a estos catálogos de juguetes ni a muchas empresas dedicadas al diseño de juguetes. Me encuentro que los juguetes están perfectamente clasificados por un criterio en base a estereotipos de género. Parece que las niñas son rosas y deben bañar bebés, y los niños son los únicos que pueden hacer construcciones.

De acuerdo con quienes organizan la sección de juguetes en las grandes superficies, los niños se divierten exclusivamente con los juegos de acción, lucha y deportes, sin embargo, las niñas están centradas en su apariencia física y juegos poco movidos (muñecas, bebés, maquillaje…).

Los juegos de ciencia y de construcción tienen en sus cajas fotos de niños, mientras que las cocinitas van acompañadas de una niña. Los maletines de médicos todavía se comercializan para niños y los kits de enfermería para las niñas, a pesar de que actualmente más mujeres que hombres se gradúan en las facultades de medicina y cada vez más hombres se matriculan en enfermería. Parece que la realidad es más flexible que los catálogos.

Foto extraída de ArtThreat.net
Foto extraída de ArtThreat.net

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Lo que elegimos para nuestros hijos e hijas es algo a considerar, ya que puede que sea bueno construir un mundo en el que nuestras niñas sepan que está bien cultivar más habilidades que el cuidado y que nuestros niños sepan que está bien ser sensibles y cuidar a los bebés; si queremos fomentar la curiosidad científica en nuestras niñas y el aprecio por las artes en nuestros niños, ¿por qué el empaquetado, producción y promoción de los juguetes se hace en base a los estereotipos de género? Si queremos dar a nuestros hijos la oportunidad de descubrir quiénes son en lugar de lo que un estereotipo espera de ellos y ellas ¿por qué no les ofrecemos más opciones?
Ante estos cuestionamientos, puede ser interesante considerar las siguientes sugerencias:

1. Mostrar diversidad y alternativas. Está genial que los Reyes traigan a las niñas esa muñeca que quieren y a los niños el balón de fútbol, pero puede estar bien plantearse que alguna vez incluyan otros juguetes. Todos los niños y niñas deberían tener la oportunidad de tener un kit de herramientas de juguete para que puedan hacer que arreglan las cosas – y tener la idea de que tanto las mamás como los papás saben cómo utilizar un martillo. Asimismo, está bien que todos los niños y niñas puedan tener un muñeco al que cuidar.

2. Proporcionar oportunidades para el juego no enfatice los estereotipos de género. Cualquier maestro de escuela infantil podrá decir que tanto a los chicos como a las chicas les gusta jugar a las cocinitas. Las niñas, así como los niños están interesados en cavar en la caja de arena y jugar con pelotas. A todos los niños y niñas les gustan los coches de juguete e inventan historias con animales.

3. Añade música a sus vidas. Los instrumentos de juguete son una gran manera de introducira a los niños y niñas en la música antes de implicarse en el aprendizaje de un instrumento.

4. Proporcionar momentos y acceso a actividades creativas. Dar a los niños materiales artísticos apropiados a su  edad. Llevarlos ratitos a museos para que puedan acercarse al mundo del arte.

5. No olvides los kits de ciencia. Te reto a que encuentres a un niño o una niña a la que le fascinen los insectos. ¿A qué niño o niña no le gusta ver un volcán en miniatura estallar o un cohete despegar?

6. Libros. Libros. Libros. Sé que puede parecer un poco clásico, pero a los niños/as les gustan los libros. Llévalos a la biblioteca. Explora todos los temas. Intenta evitar la idea de que hay libros e historias diferenciadas para niños y para niñas. Una buena historia es una buena historia. Lo mismo ocurre con los videojuegos y juegos de ordenador apropiados para cada edad, la música y las películas. Es importante estar atento/a a los estereotipos de género también en estos ámbitos.

7. Correr, saltar y generalmente moverse es una parte natural de la infancia. Niñas y niños disfrutan mucho corriendo, persiguiéndose, lanzando un balón… Anima a tus hijos/as a probar diversas actividades y deportes, pronto encontrarán qué es lo que más les interesa.

¿Por qué es importante superar la idea de que ciertos juguetes son femeninos o masculinos? Porque el juego importa. El juego es el «trabajo» de la infancia. Los niños/as mientras juegan y disfrutan están ensayando los roles que desempeñarán como adultos; los mensajes que reciben se integran y conforman su identidad. Las investigaciones demuestran que los niños y niñas a los que se le anima a jugar con juguetes “no diferenciados por género” tienen un mejor desempeño académico, social, artístico y físico. Cuando los juguetes están limitados por género, limitan la imaginación y las metas propias del niño o la niña.

Fuente: Psych Central

Escrito por María Rueda

La Chica Danesa: Reasignando realidades

Extraída de www.sensacine.com
Extraída de www.sensacine.com

Hace menos de un mes llegaba a nuestras pantallas, “La Chica Danesa”, emotiva película que contaba la historia de Lili Elbe, la primera persona datada en la historia en someterse a una operación de reasignación de sexo (en 1930), con riesgos enormes para la salud y en fase absoluta de experimentación (aparte de la extirpación total de sus órganos sexuales masculinos, se llegó a hacer un trasplante de órganos femeninos con la intención de que Lili quedara embarazada, con la posterior operación para quitárselos por el rechazo corporal hacia dichos órganos). En la película, como en la realidad, el deseo de Lili por hacer coherente su identidad sexual psicológica con su sexo biológico  hace que la persona se plantee pasar por una operación quirúrgica (o en su caso, hasta cinco), ante su necesidad de vivir acorde a sí misma. Lili Elbe, antes Einar Wegener, era transexual, en una época en donde ni siquiera existía ese término para definir su experiencia psicológica, acuñado sólo tres años después de su muerte por el médico Harry Benjamin.

En “La Chica Danesa” se nos habla del matrimonio conformado por Einar y Gerda Wegener, reputados pintores daneses de la época con dedicación enorme a su obra. Einar era un pintor paisajista, y Gerda una pintora de moda y sociedad, cuyo tema principal eran retratos y escenas cotidianas. Un día Gerda necesita una modelo desesperadamente una modelo femenina para uno de sus cuadros, y Einar, cómplice y compañero, se presta para hacerle de modelo. Es entonces cuando Einar entra en contacto con su verdadera identidad, en un proceso progresivo en donde un simple cambio de roles se convierte en algo mucho más profundo, adoptando gestos, maneras y atuendos de una mujer, y donde a  Einar se le hace cada vez más difícil volver a su apariencia de hombre. Einar comienza a sentir verdadera disforia de género (un rechazo a su cuerpo masculino y el rol que de él se desprende) y una necesidad creciente por vestir y comportarse como una mujer, adoptando la identidad de Lili y confesando su deseo a Gerda, su mujer. La película muestra como Lili fue tildada por “perversa” o ”esquizofrénica” por las autoridades médicas de la época, y como tuvo que mudarse a Paris para vivir más libremente como mujer, presentada en público como un familiar de Einar y Gerda.

El retrato de Lili muestra de manera abierta el conflicto y dolor que sufren las personas transexuales por el reconocimiento y reafirmación de su verdadera identidad. Ostracismo y rechazo social (no permitir a la persona expresarse y  en público –y en privado- y comportarse de manera hostil ante ello, con insultos, manifestaciones físicas o todo tipo de vejaciones físicas), patologización de su realidad (recordemos que se ha tenido que esperar hasta al año pasado para que la transexualidad desaparecía del Manual de Trastornos Mentales DSM, en la que sólo hay una acepción referida a la “Disforia de Género”, haciendo referencia a la necesidad de los profesionales para ayudarles en la aceptación y adaptación de su identidad y despatologizando su deseo por el cambio el sexo), invalidación emocional (se les dice, “lo que sientes no está bien. Debes esconderlo y no mostrar nunca tu sufrimiento”), negación de identidad (la persona y los demás viven una continua lucha de identidades, cuando puede abogarse más por su integración, permitiendo que las virtudes -y defectos- de la persona puedan convivir en todo el proceso de reasignación de sexo) o miedo a la intimidad (miedo a mostrar su cuerpo a las parejas sentimentales por la posibilidad de rechazo por parte de la otra parte) son sólo algunos de los muchos problemas que ha de lidiar la persona transexual en su día a día, causándoles tremendo sufrimiento y  necesitando de la concienciación social por parte de todos para ayudarles en un camino ya de por sí complicado. Todo para alcanzar uno objetivo primordial: como decía Lili en uno de sus escritos antes de una de sus últimas operaciones que le costarían la vida, rescatados por Smoda hace unas semanas, “he probado que tengo derecho a vivir existiendo como Lili durante 14 meses. Se podría decir que 14 meses no son mucho, pero para mí es una vida humana completa y feliz”. Lili contó con el inestimable apoyo de Gerda. Ahora es momento de reconocer que el apoyo ya no pasa sólo por gestos íntimos, sino por el pleno reconocimiento a nivel social, con plenas garantías para el desarrollo y el crecimiento de la persona transexual.

Podéis ver la película “La Chica Danesa” en cartelera, con gran aceptación de público y crítica; o leer más sobre la vida de Lili en “La Chica Danesa”, libro escrito por David Ebershoff, obra de ficción que intenta ser un retrato de su vida.

Escrito por David Blanco Castañeda

Las claves ocultas del coqueteo

Extraído de comotdaslollipop.blogspot.com
Extraído de comotdaslollipop.blogspot.com

El amor (siempre) está en el aire. Ya sea porque ayer disfrutamos de una de esas fiestas que lo celebran a bombo y platillo (San Valentín), las relaciones sentimentales, su inicio, mantenimiento o finalización nos despierta en todo momento muchísimo interés. Por supuesto, también a los investigadores del comportamiento interpersonal, que han publicado estos días un estudio que se centran en el lenguaje secreto que hay en el flirteo, considerado casi siempre el cultivo previo que permite el establecimiento de una relación sentimental (o al menos una relación afectivo-sexual) posterior.

En el mencionado estudio, defendido por investigadores de la Universidad de Arkansas, trataban de definir qué signos o evidencias de nuestro comportamiento dejaban claro que la otra persona estaría ligando con nosotros. Para ello, definieron  una serie de correlatos verbales y no verbales que se presuponen presentes en toda situación de flirteo; aduciendo que son éstos los que nos ayudan a interpretar de manera más fielmente las intenciones de las personas, siendo más frecuentes cuanto más interés tengamos por la persona con la cual estamos hablando. Además, propusieron cinco estilos fundamentales de interacción en el flirteo (tradicional, juguetón, sincero, físico y educado; cada uno en su vertiente masculina y femenina) que representaban las distintas formas de proceder de cada persona en esa situación.

Así, invitaron a 51 pares de parejas desconocidas entre sí (hombre y mujer siempre, la muestra era enteramente heterosexual) a tener una conversación desenfada de unos 10-12 minutos sobre lo que quisieran, en un escenario que incluía una mesa, unos utensilios para servirse café y sistemas de grabación para recoger el comportamiento de los participantes. Previamente se les había pasado un test para que describieran su estilo fundamental de interacción, para ver si esos mismos estilos se traducían en comportamientos definidos en la situación de flirteo.

Los resultados no dejaron lugar a dudas; en efecto, dependiendo del estilo interaccional que adoptase la persona en la situación de flirteo, las personas tendían a mostrar una serie de comportamientos bien definidos si la persona les interesaba románticamente.

Siguiendo las propias categorías propuestas por los investigadores, las personas que se definían así mismas como tradicionales (es decir, por una preferencia a adscribirse a los roles de género), los hombres tendían a llevar el peso de la interacción y adoptaban una actitud de proximidad y cercanía hacía la mujer, mientras que ellas optaban por dirigir suaves bromas a su interlocutor y mostrar sobre todo sus manos y hombros, en una actitud ligeramente displicente. En el estilo educado, sin embargo, se veía como aumentaba la distancia (orientándose su cuerpo hacía atrás) y el espacio entre interlocutores cuanto más interés tenían por el otro, dando lugar a un mayor número de equívocos y sin entender el otro que esa misma distancia iba a predecir la llamada por teléfono al día siguiente. El estilo sincero se consideró el estilo más efectivo y satisfactorio en estas interacciones, con un mayor número de revelaciones personales y mayor atención a la conversación  en el caso de los hombres, y un mayor número de presencia y cantidad de sonrisas por parte de las mujeres cuanto más interés tenían entre ellos, aumentando la sintonía emocional entre ambos. En el estilo físico, por el contrario, no se observaron los comportamientos que se esperaban en dicha situación (gran número de cumplidos y un gran uso de su lenguaje corporal para explicitar el interés sexual por el otro), mostrándose ineficaces, con menos verbalizaciones  y comentarios de interés al estar acostumbrados a otro tipo de contextos que no fuese necesario un contacto cercano con su flirteo de ese momento. Así, se reafirma la inexistencia de un único patrón posible en el flirteo; y la posibilidad de recurrir a cada estilo dependiendo del contexto y las dosis de intimidad que quiera uno volcar uno en ello.

Lo que queda claro con los resultados de este estudio es la dificultad de saber si le gustamos o no a la otra persona, al ver la gran variedad de comportamientos en los que se presenta el interés romántico. Sin embargo, no desesperemos; nuestros comportamientos son un  fiel reflejo de los sentimientos que sentimos hacia la otra persona, estar atento a esas pequeñas señales cuando interactuemos con ella puede ayudarnos a captar cuando la flecha de Cupido ha dado en la diana.

Escrito por David Blanco Castañeda

Fuente: Psyccentral.