¿Qué es eso del sesgo de confirmación y cómo afecta a todas las decisiones de tu vida?

A todos nos gusta pensar de nosotros mismos que somos objetivos y que valoramos la realidad tal y como es. Sin embargo, como seres humanos que somos, esta premisa es falsa. Tenemos muchas tendencias que no conocemos tan bien de nosotros mismos, en muchas ocasiones nuestro pensamiento no es tan objetivo como nos gusta creer. Si hay algo que nos distingue de una máquina en la toma de decisiones, esto es la parte emocional que nos mueve. En cualquier caso, conocer lo que puede modificar nuestras percepciones del mundo siempre es de agradecer, aunque hay que admitir que normalmente no vaya a lograr que estas percepciones cambien.

Por esto es interesante que se conozca el tradicional sesgo de confirmación, estudiado y comprobado en múltiples ocasiones desde la psicología social. Para hacernos una idea muy general, si después de un partido entre el Madrid y el Atlético, preguntamos a los aficionados del Madrid, recordarán más y mejor las faltas del Atlético, mientras que éstos recordarán más las del Madrid.

Extraído de theodysseyonline.com
Extraído de theodysseyonline.com

Visto así, parece que es un sesgo que nos puede afectar sólo a cosas banales y sin mucha trascendencia en nuestras vidas, pero nada más lejos de la realidad. Un ejemplo en el que podemos ver que afecta más seriamente es el siguiente. Te invitan a una fiesta donde no conoces a nadie y en un primer momento dudas de si podrás sentirte cómodo o qué pensará la gente de ti. ¿Podría ser que todos te criticaran por el hecho de que vayas sólo a la fiesta? Cuando llegas a ella, entras en una sala llena de gente y efectivamente, allí, al fondo de la sala hay una pareja que te miran y cuchichean ¡Lo que pensabas era verdad! Posiblemente sí, lo sea. Algunos de los que están en esa fiesta pueden llegar a criticarte, pero desde luego, eso no es que todo el mundo te critique, estás centrando tu atención en la idea preconcebida que te habías hecho de la situación.

Es de nuevo el sesgo de confirmación. ¿Cómo funciona? Al menos hay tres componentes que se ven afectados por este sesgo.

Cómo buscas información

Si tu idea de tu fin de semana es que ha sido muy aburrido, y que todos lo pasan mejor que tú, será muy sencillo busques información de este tipo, mirando en facebook lo que otros han hecho, pasándolo genial. Te será fácil olvidar que muchas otras personas no publican sus fines de semana, igual de aburridos al tuyo, en facebook.

Cómo interpretas la información delante tuya

Si ocurre algo que no crees que sea posible, aunque ocurra delante tuyo, en muchas ocasiones por el sesgo de confirmación no eres capaz de procesarlo. Si estás convencido plenamente de la honestidad de una persona, aunque te cuente algo tremendamente insólito, te será difícil pensar que es mentira y serás más fácil de convencer.

Cómo recuerdas la información

Si consideras que la navidad es una época divertida, es más probable que recuerdes los momentos en los que lo pasaste bien que aquellos en los que lo pasabas mal, aunque posiblemente hayan existido situaciones buenas y malas en estas fechas.

Este sesgo afecta a tan diversas formas de procesar la información, que es de esperar que tenga mucha influencia en las decisiones que tomas, así que, ya que sabes que vas a tener esta tendencia, la próxima vez que te pongas a repasar quién ha cometido más faltas, piensa que creerás que los tuyos siempre han cometido menos. Y desde luego, trata de centrarte en esas personas de la fiesta a las que les has gustado y trata de ignorar a aquellas que parece que te critican, porque siempre será más fácil que encuentres información que apoye tus argumentos, sean éstos favorables y desfavorables hacia ti.

Fuente Psychology Today

Escrito por Lara Pacheco Cuevas

Hábitos cognitivos para una mayor Flexibilidad Mental

Por más que lo intento, no puedo quitarme este pensamiento de la cabeza y puedo pasarme horas dándole vueltas”, “Al final vuelvo a hacer lo mismo una y otra vez. El resultado siempre es el mismo y no me encuentro mejor”…estas frases, servidas a modo de ejemplos, nos muestran como en ocasiones las personas tendemos a fijarnos en  un punto de vista rígido y único, repitiendo patrones de comportamiento que no siempre van seguidos de consecuencias positivas y cuyos efectos nos provocan más ansiedad y sufrimiento incluso que las situaciones de las que son originarias. En éstas, nos comportamos de manera inflexible, sin tener en cuenta  que la flexibilidad mental, relacionada con nuestra habilidad para la solución de problemas y generación de alternativas, es una garantía de equilibrio mental y afrontamiento de todo tipo de situaciones cotidianas.

Hablar de flexibilidad mental es hablar de cambio y evolución. Implica ajustarnos a un plan determinado, el nuestro propio; saber adoptar los comportamientos más adecuados a cada situación, en un constante toma y daca entre los condicionantes contextuales y nuestras propias preferencias personales. Por ello, os facilitamos toda una serie de recomendaciones para entrenar nuestra flexibilidad día a día

a)      Encuentra el equilibrio entre el pesimismo y el optimismo. El “efecto de la visión de túnel” (centrarnos en un único aspecto de la situación) o “el efecto de la tinta en el pañuelo” (un único pensamiento negativo tiñe la valencia cognitiva del resto) nos muestran como centrarnos en un único aspecto, acorde a un estado emocional determinado, no siempre es el adecuado. Acostumbrarnos a hacer una recogida de perspectivas (buenas y malas, negativas y optimistas) puede ayudarnos a tomar decisiones más realistas y ajustadas a la verdadera multiplicidad del momento.

b)     Desarrolla tu capacidad para adoptar perspectivas distintas: en terapia de pareja enfatizamos la importancia de tener en cuenta tres perspectivas distintas a la hora de abordar un conflicto; la nuestra propia, la de nuestro cónyuge y la de un observador neutral. En efecto, asumir que nuestra perspectiva no es la única posible y que siempre hay que ver la situación desde otros ojos, puede ayudarnos a inhibir conductas verdaderamente contraproducentes. Hablar con alguien cercano a nosotros, o bien escribirnos a nosotros mismos como si fuésemos un amigo externo, ayuda a salirnos de nuestra perspectiva y comprender que a veces hablamos influidos por pensamientos y emociones pero no por una consideración real del asunto.

c)      Comprende que no siempre las reglas empíricas tienen por qué cumplirse: a veces, por mucho que nosotros intentemos controlar o predecir lo que ocurrirá en el futuro, las cosas no siempre salen como nos imaginamos y hay que estar preparado para todo. Comprender que el futuro no existe y que la idea de que “sabemos lo que nos va a pasar” está más sujeto a una creencia que a la realidad en sí, permite descentrarnos de nuestros pensamientos y centrarnos en las consecuencias presentes de cada situación.

d)     Progresa en tu capacidad para la atribución interna o situacional: en el análisis de las situaciones, la teoría nos dice que las personas tendemos a sobreestimar la importancia de los rasgos personales a la hora de explicar el comportamiento de los demás, obviando lo situacional y cometiendo multitud de errores. Ser consciente de este hecho nos hace ser más cautos y no presuponer intención “de más” a los actos del otro.

e)      Limita el verdadero peso de los pensamientos y las emociones: después de una discusión acalorada con nuestra pareja o nuestros hijos, solemos darnos cuenta de que a veces hemos hablado más por la emoción o los pensamientos sobre la otra persona que por la propia situación que ha causado el conflicto. Pararnos a reflexionar, escuchar nuestras emociones y reconocer y sustituir pensamientos automáticos por otros más acordes con nuestros seres queridos puede ayudarnos a ser más flexible y no caer en el “otra vez con lo mismo”

f)       Equilibra los deseos inmediatos con tus metas a largo plazo: los pensadores flexibles saben que como se sienten ahora no se van a sentir en una semana, ni siquiera en un mes; saber que en el alivio momentáneo no está la respuesta y que lo más importante es seguir nuestras metas a largo plazo, hacen centrarnos en lo importante y asumir que un capricho diario no viene mal si es lo que queremos, pero siempre teniendo en cuenta nuestros valores en el horizonte.

g)      No dependas de la sensación de (in)certidumbre: a todos nos gusta sentirnos seguros, pero lo contrario no predice necesariamente un mal resultado. En ocasiones, en el riesgo y en lo desconocido puede estar la clave a lo que nos ocurre y dotarnos de la capacidad suficiente para tirarnos  a la piscina.

Recordad, la misma flexibilidad predice un esfuerzo diario y continuo y en la que se permiten errores y salidas del camino. Pero de eso se trata, mantenernos firmes en un ambiente que sabemos en constante cambio y evolución. ¡En la práctica reside el desarrollo de toda capacidad!

Escrito por David Blanco Castañeda.

Fuente: www.psychologytoday.com

Foto extraída de: www.cocodocpsicologia.es